Puntualizando

        En estos tiempos que corren, sobre todo con la que se ha armado desde que se hizo patente la crisis, todo el mundo tiene algo que decir sobre todo o casi todo. Así, no es extraño encontrarse tertulias en todas las televisiones y radios; artículos de opinión en toda la prensa, escrita y digital; blogs a tutiplén, etc., etc., de tal forma que, por ejemplo, en la radios y televisiones, se ha creado la "profesión de tertuliano", que es aquel que opina sobre todo, aunque muchas veces parece que repitan como cotorras sólo los "mensajes oficiales".  De ahí que, en medio de ese maremagno, abrir esta modesta ventana al mundo, pues no deja de ser eso, puede tacharse de tremenda osadía por mi parte. Sin embargo, aquí estoy dándole a la tecla. Pueden sonar a pretenciosas, utópicas y hasta descalabazadas las ideas o pensamientos que vierta por esta ventana, pues pretendo plantear cómo, en el fondo de los temas que debieran ocuparnos a todos apenas si se entra. Es más, mi poco entendimiento me dice que en los llamados "medios" se ha agudizado aquello de la "persuasión"  por la "repetición". Algo parecido a que "una mentira repetida machaconamente no acaba convirtiéndose en una verdad, pero si en aquello que se va grabar en el subconsciente de la gente que, al fin y al cabo, es lo que guía sus actos, y eso es lo que interesa".  He entrecomillado esta frase porque supongo que alguien la habrá pronunciado antes.
        Pero, una ventana abierta, también tiene como función principal airear el recinto interno. Por ello, quería prevenirles que, aunque lo que vaya vertiendo a través de las sucesivas entradas, no lleguen a leerlo más que los amigos, aún a éstos les aviso de que les voy a pedir su opinión sobre las cuestiones que vaya planteando y, además, pretendo abusar de su paciencia pidiéndoles me ayuden, con espíritu crítico, a mejorar las propuestas que vayan surgiendo.
        A quienes les resulte todo una majadería... ¡Oh grandeza de Internet! Un simple click les trasladará a otro sitio.
        Uno puede ser tan responsable de lo que está ocurriendo como aquellos que han provocado el crack económico y, sobre todo, aquellos otros que, puestos por la ciudadanía para que administraran y gestionaran en beneficio común lo que es de todos, han resultado cuando menos cómplices de tal desaguisado.
        Habrá que ponerse manos a la obra e intentar recuperar nuestra SOBERANÍA, como personas y como pueblo: soberanía ciudadana, alimentaria, energética... y, sobre todo, económica.
         A grandes males, grandes remedios, se decía antes. Por tanto, algo tendremos que hacer, cualquier cosa menos permanecer al margen y convertirnos en cómplices de lo que pueda ocurrir. Ante delitos flagrantes contra la humanidad como los que han cometido unos y otros, habrá que hacerles frente con acciones del mismo nivel, espero que antes de que sea demasiado tarde.
        Y tendrán que ser cosas prácticas. Por favor, más humo no.
        En cualquier caso, salud. Ahí nos vemos.