No me voy a poner a explicar cómo, cuándo y de qué artimañas se valieron para rebajarnos a la simple condición de "consumidores y usuarios", porque como ha sido por el método de un "goteo melífero"-¿a quién le amarga un dulce? - no nos hemos enterado hasta que nos ha caído encima un baño de cal viva y, claro, ahora estamos todos despellejados.
Pero bueno, ésta es la situación. Ahora no nos vale lamentarnos. Habrá que buscarle las vueltas y tratar de hacer en poco tiempo lo que no hemos sido capaces de prevenir para evitar que ocurriera ¡Será por falta de experiencias anteriores!